lunes, 18 de octubre de 2010

Milonga de los sindicatos

Si no fuera porque no es un melodrama televisivo ni una opereta de salón, podríamos preguntarnos a ritmo de milonga: ¿dónde están, dónde se han ido mis sindicatos queridos? ¿Dónde está mi UGT del norte? ¿Dónde mi CCOO cantor? ¿Dónde están los voceros del 29 S? ¿Dónde están, quién los llevó?

Si la milonga es triste, más aún lo es la realidad. Casi tres semanas después del 29 S nadie de entre los sindicatos ha alzado la voz ni para ir contra las iniciativas laborales del Gobierno ni para manifestar cuál es ahora su posición. Casi veinte días después del 29 S los sindicatos mayoritarios siguen desaparecidos. Y yo pregunto: ¿dónde están, dónde se han ido mis sindicatos queridos?

¿Ha sido tan desastroso el seguimiento que ocultan la cabeza bajo el ala y no se atreven a salir del nido? ¿O esperan acaso que el viento se lleve lejos los ecos de la protesta social antes de volver a asomar la gaita? ¿Es que los grandes defensores del obrero, los “sindicatos de clase”, han olvidado que su razón de ser es defender los logros alcanzados con tanta sangre, sudor y lágrimas en más de un siglo de lucha? ¿Es que los mártires obreros habrán de morder el polvo y revolverse en sus tumbas porque los líderes sindicales actuales se han amancebado con los poderosos, con los que dictan e imponen las leyes, con los explotadores de siempre? O ¿acaso la huelga se planteó sólo como un paripé para dar la impresión de que se hace lo necesario aún a sabiendas, aún con la conciencia clara, de que lo que se hace no es lo adecuado para modificar la situación? Estoy convencido de que no, de que los sindicatos realmente convocaron la huelga general del 29 S con la intención de que Zapatero rectificara en sus planteamientos y revocara la ley que, por otra parte, ya había sido refrendada por las dos cámaras representativas. Es por eso que me extraña este silencio que no cesa de los sindicatos mayoritarios. Ocultos, desaparecidos, secuestrados, misterio… ¿dónde están, dónde se han ido mis sindicatos queridos?

“[El 29-S] no es un envite de los sindicatos contra el Gobierno, sino un envite democrático en el que nos la jugamos todos y todas”, dijo Cándido Méndez en la Puerta del Sol madrileña. "Es un compromiso con el país frente a los recortes económicos, la reforma laboral y los nuevos ajustes que planea el Gobierno en materia de seguridad social", afirmó Fernández Toxo también en el mismo acto. En realidad, los recortes y los ajustes estaban más que planteados; estaban más que perfilados; estaban ya legislados, al menos un primer bloque de reformas.

No voy a cuantificar, no voy a entrar en si fueron más o fueron menos los españoles que siguieron la convocatoria de huelga; en cualquier caso, fueron muchos miles; posiblemente varios millones. Y toda esta gente perdió más que el salario de un día, que en tiempos de crisis incrementa su valor, para protestar siguiendo la llamada de los sindicatos; seguro que muchos ni siquiera compartían ni la ideología ni los postulados de los sindicatos pero estaban ahí, en la brecha, donde tiene que estar el obrero para defender los logros alcanzados y de los que hasta ahora podría decirse que disfrutaba la clase obrera de este país.

Por eso si los sindicatos mayoritarios no salen de su enclaustramiento, no levantan la cabeza, elevan la voz y, sobre todo, clarifican su postura primero con palabras pero luego también con hechos concretos, habrán perdido la imagen de sindicatos de clase, de defensores del obrero, ganada en un siglo de historia.

Por eso, parafraseando la vieja milonga, yo pregunto una vez más: ¿dónde están, dónde se han ido mis sindicatos queridos?

miércoles, 13 de octubre de 2010

Ser poeta

(57) Ser poeta es más que escribir, es una forma de vida; es ser gue­rrillero de las letras y atentar contra todo. Y disparar a todas partes. Incluso a uno mismo. Sobre todo a uno mismo.

Eternidad

(56) En el desierto nues­tros deseos saben a llu­via. En el prado verde y florido a coito apresura­do. Pero entre tus brazos sólo hay eternidad.

La sonrisa

(55) Una sonrisa es como una ventana abier­ta al interior. Si se mira a través de ella se ve el alma.

jueves, 7 de octubre de 2010

Maravillas del mundo

El mundo es una inmensa plutocracia y su principal brazo ejecutor es el FMI. Decide sobre los gobiernos de las naciones lo que deben o no deben hacer e impone su ley, la ley del dinero. Pero ¿quiénes son, quiénes se esconden tras esta y otras instituciones similares? El valor de los parlamentos nacionales es residual si comparamos su función con la posición ejecutiva de estas instituciones y sus distintas formas de presión. Y por ende, el poder que, según los sistemas democráticos, recae en el pueblo, se convierte, por arte y magia de estos gobiernos en la sombra, en simple arrulladora ficción.

En el actual caso español, el FMI no admite cambio alguno de las reformas laborales llevadas a cabo por Zapatero bajo la presión –eufemísticamente llamada- de los “mercados internacionales” y que actúan contra las clases media y baja haciéndoles pagar los platos rotos por los grupos financieros nacionales e internacionales. Son estos grupos los que nos han conducido a esta situación, son estos calvinistas que se ocultan tras instituciones de renombrada sonoridad pero de corazón vacío quienes, movidos por su codicia, han vendido aire a precio de oro aún a sabiendas de que la ilusión desaparecería tarde o temprano y el descalabro vendría después. Parecería lógico, por tanto, que si el origen de la crisis actual es financiero, fueran los “expertos” en jugar con el dinero ajeno quienes corrieran con los gastos y el resto de las consecuencias de su fracasado experimento. Pero no, las instituciones financieras de todo el mundo se van de rositas de esta crisis y, al menos en España, la cargan a las espaldas de los más pobres e indefensos, los asalariados y pensionistas, mientras que no se recortan o eliminan otras partidas como las de los ministerios fantasma –que son aquellos cuyas competencias están transferidas a las comunidades- o se aumentan las subvenciones y gastos en que incurre la actividad política. Que un partido que se proclama socialista haga esta reforma que está en boca de todos y que ha motivado una huelga general en protesta, ofendería al mismísimo Carlos Marx. Que los españoles aceptemos la situación como irrevocable ofende también a la inteligencia de todo un pueblo.

Hay, sin embargo, otras soluciones posibles. Voces se han levantado como la de Joan Herrera, de Iniciativa por Cataluña, y otros, contra las soluciones ditirámbicas que el gobierno de Zapatero ha impuesto de forma prepotente, evitando -con argucias impropias del tan cacareado talante dialogador del premier español- los debates y el consenso a distintos niveles. Si no podemos luchar contra el poder del mundo en la sombra, al menos sí está en nuestra mano combatir lo que nos imponen sus caras visibles y más cercanas desde las ideas y los razonamientos ponderados, desde el diálogo y la iniciativa ilusionante. Que así sea.

miércoles, 6 de octubre de 2010

La mar

(54) La mar, esa cosa don­de se remoja la clase media, donde se ahogan los pobres y mean los niños de papá.

Hombres y mujeres

(53)  El hombre, como el oso, cuanto más feroz más dichoso. La mujer, como la serpiente, más peligrosa cuanto más inteligente.

Estómago

(52) En el estómago siempre es de noche.

Plutocracias

(51) El terrorismo es el último asidero de las plu­tocracias.

viernes, 1 de octubre de 2010

El final de la vida

(50) El conspicuo asesino de nuestra vida no es otro que nuestra propia mente. Todos somos suici­das, pero sólo hay un asesino.

Sentir a Dios

(49) En la soledad de las inmen­sas praderas Dios entra en el corazón y, al instante, sale por los ojos.