Desde mi atalaya

MUCHO RUIDO Y POCAS NUECES
Leo la información de El Mundo titulada "La banca se queja de que cargará en 'exclusiva' con las medidas antidesahucios" (15/11/2012) y no puedo menos que hacer un breve comentario:
     Los usureros pretenden salirse con la suya y arañar el máximo posible de sus víctimas para obtener las ganancias que esperaban obtener fueran como fueran las cosas. Incluso, se permiten decir -la patronal bancaria dice- sin ningún rubor, "que el coste económico de las medidas acordadas corre exclusivamente a cargo de las entidades de crédito". ¿Qué esperaban? ¿Que pagáramos todos la diferencia entre lo que van a obtener ahora y lo que esperaban lograr? Dejar la solución en los límites propuestos es claudicar ante los intereses de los magnates del dinero.
      Lobos disfrazados de corderos; eso es lo que son. Ahora toca ofrecer su colaboración (la de los bancos, la AEB y la CECA) para la reforma de la normativa hipotecaria. Puro interés: intentan reducir el perjuicio al mínimo.
      Uno de los grandes problemas de España hoy y, probablemente, del mundo entero, es la codicia de sus banqueros, que sólo tiene parangón en la codicia de los empresarios. Si queremos, no ya un futuro mejor, sino simplemente un futuro, habrá que solucionar estos problemas de la mejor forma posible, pero de forma definitiva.
(15 de noviembre de 2012)


MILONGA DE LOS SINDICATOS
Si no fuera porque no es un melodrama televisivo ni una opereta de salón, podríamos preguntarnos a ritmo de milonga: ¿dónde están, dónde se han ido mis sindicatos queridos? ¿Dónde está mi UGT del norte? ¿Dónde mi CCOO cantor? ¿Dónde están los voceros del 29 S? ¿Dónde están, quién los llevó?
Si la milonga es triste, más aún lo es la realidad. Casi tres semanas después del 29 S nadie de entre los sindicatos ha alzado la voz ni para ir contra las iniciativas laborales del Gobierno ni para manifestar cuál es ahora su posición. Casi veinte días después del 29 S los sindicatos mayoritarios siguen desaparecidos. Y yo pregunto: ¿dónde están, dónde se han ido mis sindicatos queridos?
¿Ha sido tan desastroso el seguimiento que ocultan la cabeza bajo el ala y no se atreven a salir del nido? ¿O esperan acaso que el viento se lleve lejos los ecos de la protesta social antes de volver a asomar la gaita? ¿Es que los grandes defensores del obrero, los “sindicatos de clase”, han olvidado que su razón de ser es defender los logros alcanzados con tanta sangre, sudor y lágrimas en más de un siglo de lucha? ¿Es que los mártires obreros habrán de morder el polvo y revolverse en sus tumbas porque los líderes sindicales actuales se han amancebado con los poderosos, con los que dictan e imponen las leyes, con los explotadores de siempre? O ¿acaso la huelga se planteó sólo como un paripé para dar la impresión de que se hace lo necesario aún a sabiendas, aún con la conciencia clara, de que lo que se hace no es lo adecuado para modificar la situación? Estoy convencido de que no, de que los sindicatos realmente convocaron la huelga general del 29 S con la intención de que Zapatero rectificara en sus planteamientos y revocara la ley que, por otra parte, ya había sido refrendada por las dos cámaras representativas. Es por eso que me extraña este silencio que no cesa de los sindicatos mayoritarios. Ocultos, desaparecidos, secuestrados, misterio… ¿dónde están, dónde se han ido mis sindicatos queridos?
“[El 29-S] no es un envite de los sindicatos contra el Gobierno, sino un envite democrático en el que nos la jugamos todos y todas”, dijo Cándido Méndez en la Puerta del Sol madrileña. "Es un compromiso con el país frente a los recortes económicos, la reforma laboral y los nuevos ajustes que planea el Gobierno en materia de seguridad social", afirmó Fernández Toxo también en el mismo acto. En realidad, los recortes y los ajustes estaban más que planteados; estaban más que perfilados; estaban ya legislados, al menos un primer bloque de reformas.
No voy a cuantificar, no voy a entrar en si fueron más o fueron menos los españoles que siguieron la convocatoria de huelga; en cualquier caso, fueron muchos miles; posiblemente varios millones. Y toda esta gente perdió más que el salario de un día, que en tiempos de crisis incrementa su valor, para protestar siguiendo la llamada de los sindicatos; seguro que muchos ni siquiera compartían ni la ideología ni los postulados de los sindicatos pero estaban ahí, en la brecha, donde tiene que estar el obrero para defender los logros alcanzados y de los que hasta ahora podría decirse que disfrutaba la clase obrera de este país.
Por eso si los sindicatos mayoritarios no salen de su enclaustramiento, no levantan la cabeza, elevan la voz y, sobre todo, clarifican su postura primero con palabras pero luego también con hechos concretos, habrán perdido la imagen de sindicatos de clase, de defensores del obrero, ganada en un siglo de historia.
Por eso, parafraseando la vieja milonga, yo pregunto una vez más: ¿dónde están, dónde se han ido mis sindicatos queridos?
(13 de octubre de 2010)




MARAVILLAS DEL MUNDO
El mundo es una inmensa plutocracia y su principal brazo ejecutor es el FMI. Decide sobre los gobiernos de las naciones lo que deben o no deben hacer e impone su ley, la ley del dinero. Pero ¿quiénes son, quiénes se esconden tras esta y otras instituciones similares? El valor de los parlamentos nacionales es residual si comparamos su función con la posición ejecutiva de estas instituciones y sus distintas formas de presión. Y por ende, el poder que, según los sistemas democráticos, recae en el pueblo, se convierte, por arte y magia de estos gobiernos en la sombra, en simple arrulladora ficción.
En el actual caso español, el FMI no admite cambio alguno de las reformas laborales llevadas a cabo por Zapatero bajo la presión –eufemísticamente llamada- de los “mercados internacionales” y que actúan contra las clases media y baja haciéndoles pagar los platos rotos por los grupos financieros nacionales e internacionales. Son estos grupos los que nos han conducido a esta situación, son estos calvinistas que se ocultan tras instituciones de renombrada sonoridad pero de corazón vacío quienes, movidos por su codicia, han vendido aire a precio de oro aún a sabiendas de que la ilusión desaparecería tarde o temprano y el descalabro vendría después. Parecería lógico, por tanto, que si el origen de la crisis actual es financiero, fueran los “expertos” en jugar con el dinero ajeno quienes corrieran con los gastos y el resto de las consecuencias de su fracasado experimento. Pero no, las instituciones financieras de todo el mundo se van de rositas de esta crisis y, al menos en España, la cargan a las espaldas de los más pobres e indefensos, los asalariados y pensionistas, mientras que no se recortan o eliminan otras partidas como las de los ministerios fantasma –que son aquellos cuyas competencias están transferidas a las comunidades- o se aumentan las subvenciones y gastos en que incurre la actividad política. Que un partido que se proclama socialista haga esta reforma que está en boca de todos y que ha motivado una huelga general en protesta, ofendería al mismísimo Carlos Marx. Que los españoles aceptemos la situación como irrevocable ofende también a la inteligencia de todo un pueblo.
Hay, sin embargo, otras soluciones posibles. Voces se han levantado como la de Joan Herrera, de Iniciativa por Cataluña, y otros, contra las soluciones ditirámbicas que el gobierno de Zapatero ha impuesto de forma prepotente, evitando -con argucias impropias del tan cacareado talante dialogador del premier español- los debates y el consenso a distintos niveles. Si no podemos luchar contra el poder del mundo en la sombra, al menos sí está en nuestra mano combatir lo que nos imponen sus caras visibles y más cercanas desde las ideas y los razonamientos ponderados, desde el diálogo y la iniciativa ilusionante. Que así sea.
(6 de octubre de 2010)



COMENTARIO AL MINISTRO BLANCO QUE QUIERE SUBIR LOS IMPUESTOS
<< El ministro de Fomento, José Blanco, considera que en España "los impuestos son muy bajos" (...) "La pregunta que siempre se tienen que hacer los ciudadanos es que si queremos unos servicios públicos de primera o unas infraestructuras de primera, tendremos que tener también impuestos homologables a los de los países europeos" >>(EUROPA PRESS / EL PAÍS - Madrid - 15/08/2010)
Lo que los ciudadanos nos merecemos es unos ministros de primera pero, lamentablemente, no siempre es así. Y es por eso por lo que algunos se empeñan en igualarse a los más avanzados países europeos en su perfil impositivo, cuando por lógica deberían equipararse antes otros perfiles socioeconómicos, como los niveles de empleo, paro, educación, investigación, etc. Conseguir mejores servicios no sólo es posible invirtiendo más dinero en ellos; también despilfarrando menos; también con un mejor aprovechamiento de los útiles y el personal que tenemos para ofrecer dichos servicios; también eliminando los gastos superfluos de la administración del Estado con una gestión modélica; y hasta reduciendo de modo ejemplarizante los salarios de los altos cargos políticos. Se necesita, quizá, tener imaginación; algo que no sé si es compatible con ser ministro, porque cuando todo se reduce a poner más y más leña en el fuego que todo lo consume…. Y no sé si recordará el Sr. Ministro que recientemente se ha aumentado el IVA dos puntos para que todos ayudemos a corregir la difícil situación del sistema financiero a la que se ha llegado por la avaricia y la falta de previsión de unos pocos. Es difícil aceptar que nos quieran vender mejores servicios desde el mismo púlpito los mismos que nos vendieron los que tenemos, igual que es difícil de creer que vayan a hacer mejor gestión con más dinero los mismos que ahora tan errática gestión hacen con menos.
(16 agosto 2010)



EL DESPIDO, LA DESPEDIDA
Hoy han despedido a un compañero. Cuando llevas mucho tiempo trabajando junto a alguien y de repente se va, se lleva algo tuyo; una parte de ti, de tu vida, se va con él para no volver. Se puede ser más sensible o menos y verse afectado emocionalmente o edulcorar la situación con todo tipo de cuentos para evitar que nos afecte. Pero el hecho en sí es que alguien que estaba en la silla de al lado, en la mesa de enfrente, a dos metros o a cuatro pasos ya no va a volver; te quitan la proyección por ese lado y te quedas cojo de proyecciones. Y cuantas más proyecciones te quitan más adusto y viejo te vuelves. Y te vas quedando más sólo y miras al futuro con el prisma del pasado y lo ves no sólo borroso sino, además, deforme.
Hoy han despedido a un compañero. Ha recogido sus cosas, esos trastos inútiles que sólo marcan el territorio, y ha dicho adiós. Un adiós que, probablemente, será para siempre porque volver a coincidir en otro lugar y en otro tiempo es una prebenda que les es dada a muy pocos. Este adiós es un adiós definitivo. Nunca más volveremos a encontrarnos y, aunque sucediera, nunca más sería de la misma forma ni en el mismo contexto; nunca sería igual.
A mediodía le llamaron a vicaría. Media hora después era libre como los pajaritos, que vuelan por volar; libre como las palomas que sueltan en el tiro al pichón; libre para ir con el viento a cualquier lugar. Da igual que lo hayan hecho con nocturnidad y alevosía a plena luz del día; nadie pide cuentas, nadie solicita aclaraciones. Da igual, la impunidad es total. ¿Quién osaría poner el cascabel al gato que maúlla, araña y corta cabezas? Y es que, no lo había pensado, ¿se habrán hecho las leyes para que los empresarios se las salten a placer? Galeotes somos, aunque no queramos reconocerlo y, como ellos, alcanzar la libertad pasa por el hundimiento de la nave.
Hoy juega el Atleti la final de la Copa con el Sevilla, día señero. Pase lo que pase, la jornada ha quedado ya señalada para siempre con la “sangre” de un compañero.
(19 de mayo de 2010)




SER EL MEJOR
Siempre me ha llamado la atención la famosa frasecita “hay que ser el mejor”. Si tuviera alumnos a quienes enseñar, les diría “esto es una falsedad como tantas otras, un engaño, un engañabobos, en definitiva”. No es posible ser el mejor, es una entelequia. ¿Ser el mejor en qué? ¿Considerando qué? ¿Con respecto a quién? ¿Hemos tenido en cuenta, a la hora de medir, todos los parámetros necesarios o sólo algunos? ¿No hemos dejado fuera a algún otro mejor por tantas y tantas razones…? El mejor…, no existe eso del mejor; es una falacia. Sólo se puede hablar de destacar, de ser eficiente, de intervenir con éxito en algún momento. “Ser el mejor” no es sólo imposible científicamente sino también filosóficamente. Y diría más: sólo los tontos persiguen imposibles, pero aquí es necesario concretar porque la historia nos demuestra que a veces los tontos llegan a gobernar y lo imposible se puede casi lograr. Grandes hombres han perseguido desde siempre grandes quimeras y gracias a ello la humanidad ha ido evolucionando. ¿Por qué entonces no sería un gran hombre quien buscara ser el mejor? Sencillamente, por la amplitud de su ideal, que sólo le afectaría a sí mismo; buscaría un objetivo primario, sería un egoísta. Para lograr grandes quimeras uno ha de ser altruista, o lo que es lo mismo un loco. Ser el mejor no sólo es inalcanzable; además, no tiene sentido. Pero ser un idealista, a pesar de la amarga experiencia de la vida, es de necios. Por lo tanto, mantengo y reitero -la última bienaventuranza nunca antes expresada- que de los necios es el reino de los cielos. Pero sólo de los necios que no se callan ante la barbarie y el estupro; sólo de los que pintan la realidad sin tapujos con su arte o su técnica; sólo de los que se esfuerzan por mejorar la vida y el entorno de los más necesitados; sólo de los que atraviesan el ojo del gobernante con el lápiz afilado de la verdad que el poderoso niega y esconde; pero no diré lo mismo de los que dan su vida por una causa que nunca les redimirá, porque hay que llegar hasta el extremo de no morir en el intento para seguir haciendo lo que se pueda en cada momento; a veces es más difícil seguir que parar y por eso es tan importante tener la valentía de seguir viviendo por y para la causa. No diré que hay que ser el mejor; sólo que hay que intentarlo, porque cualquier intento lleva la semilla del logro.
(18 de mayo de 2010)


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